PRÁCTICA 1. Diez herramientas digitales para DLL
El consenso sobre a qué generación pertenecemos quienes, como yo, nacimos en 1997, parece imposible. Aunque lo normal es que nos ubiquen en la «Generación Z», con la que compartimos la mayoría de los rasgos, también tenemos mucho en común con la llamada «Generación Alfa». A mí me gusta pensar que estamos en ese umbral, en ese momento de transición que nos hace tener cosas en común con ambas: nacimos y pasamos nuestra infancia casi sin Internet, pero fue durante nuestra adolescencia cuando todo se digitalizó y, sobre todo, cuando llegaron las redes sociales y los smartphone o teléfonos inteligentes –aunque el calco en este caso no me convence–. Lo que está claro y lo que creo que nos diferencia de los «primeros Z» es que gran parte de nuestro proceso educativo y madurativo ha estado atravesado por la tecnología. Por eso, han sido muchas las herramientas que, como alumna, he utilizado a lo largo de los años y son también muchas las que ahora, como investigadora y futura docente de Secundaria, utilizo. Os dejo aquí una lista con diez de ellas:
- INTEF (apartado de recursos educativos: https://intef.es/recursos-educativos/): la he conocido este año durante las clases del máster. La he utilizado tanto para preparar trabajos del máster (como el TFM o la programación didáctica) como para las clases durante las prácticas en el instituto (me ha servido para extraer información sintetizada y adaptada a los niveles correspondientes). En cuanto al tiempo de uso, varía en función de para qué la use, pero suele ser poco, ya que es una web que he utilizado esencialmente para hacer consultas rápidas.
- Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: la conozco desde el inicio del Grado. Como alumna e investigadora, me ha servido para leer obras, para encontrar bibliografía y para extraer información. Como docente, me ha resultado útil para seleccionar textos, para ofrecer una herramienta de lectura y consulta gratuita y digitalizada al alumnado, y para recomendar en clase páginas web fiables para la búsqueda de información. De nuevo, el tiempo de uso varía, pero suele ser mayor, pues a menudo leo textos o trabajos académicos en línea.
- Canva: no recuerdo cuándo la conocí, pero comencé a utilizarla de manera habitual hace aproximadamente tres años. Anteriormente, la usaba para crear únicamente presentaciones para clases o congresos. Sin embargo, a lo largo de este curso la he empleado también para la creación de materiales vinculados con las propuestas didácticas de algunas asignaturas, tales como carteles o fichas. En lo relativo al tiempo de uso, suele ser de aproximadamente dos horas, dependiendo de la extensión de la presentación que esté preparando.
- Magic Scholl AI: la descubrí hace dos semanas a través de un TikTok. Desde entonces, la he empleado para crear rúbricas de evaluación para las prácticas en el instituto. Suelo dedicar aproximadamente 20 minutos entre la preparación y redacción del Prompt, que debe ser muy específico y detallado, y la modificación, adaptación y retoque de la rúbrica.
- Dialnet: lo conozco desde el primer o segundo curso del Grado. Como alumna e investigadora lo utilizo para buscar bibliografía crítica o, incluso, cuando quiero conocer los temas que trabaja o ha trabajado algún miembro de la comunidad investigadora. Con respecto al tiempo de uso, suele depender de la cantidad de bibliografía que necesite o que haya sobre el tema, de si es de fácil acceso o no, etc.
- JSTOR: coincidente con lo expuesto a propósito de Dialnet.
- Apartado “Autores de la BNE” de la página web de la Biblioteca Nacional de España: si bien la web de la BNE –que también utilizo a menudo– la conozco desde el Grado, este apartado lo descubrí hace unas semanas cuando buscaba páginas fiables para que mi alumnado en el instituto pudiera realizar una búsqueda sobre las autoras de la Generación del 27. También me ha ayudado a encontrar información sintetizada para preparar las clases de las prácticas. Sobre el tiempo de uso, calculo que he dedicado aproximadamente 20 o 30 minutos cada vez que la he consultado.
- Página web de la Real Academia de la Historia: coincidente con lo expuesto a propósito de la BNE.
- YouTube: lo conozco aproximadamente desde que estaba en 5º o 6º de primaria. Como recurso educativo como alumna, comencé a utilizarlo durante la Secundaria para ampliar algunas explicaciones y lo he seguido utilizando hasta la actualidad. Como docente, lo utilizo desde que comencé a dar clases en el año 2021 para proyectar documentales, reproducir canciones, enseñar entrevistas a escritores o escritoras, etc. En lo referente al tiempo de uso, depende completamente de la duración del vídeo con el que esté trabajando (desde un par de minutos hasta una o dos horas).
- Internet Archive: Internet Archive lo descubrí por recomendación de un profesor cuando realicé el máster en Estudios Literarios (curso 2019-2020). Desde ese momento, lo he utilizado sobre todo como alumna e investigadora, pues hay digitalizados miles de libros clásicos, a menudo disponibles de forma gratuita. En ese sentido, suelo emplearlo cuando necesito hacer alguna consulta rápida sobre alguna obra canónica que no tengo en casa. De este modo, me ahorro el desplazamiento a la biblioteca o la compra del volumen. Además, en algunas ocasiones también lo he utilizado para la lectura de alguna novela o poemario. Al hilo de ello, el tiempo de uso vuelve a variar dependiendo de qué y para qué realice la consulta.
Los y las Z no nacimos con un móvil bajo el brazo. Tampoco nos escondíamos en el baño del instituto para grabar vídeos de TikTok. Sin embargo, sí hemos sustituido el diccionario físico de la RAE por la aplicación. También hemos aprendido que hay dudas que Google nos responde antes que una tutoría y hemos crecido con una cultura de la imagen que nos dificulta pensar en dar una clase sin pasar diapositivas. No sé si todo esto es bueno, malo o regular; tampoco si lo de prohibir el móvil es lo más correcto o si de aquí a cinco años volverá a imperar el papel. Por lo que veo, es más probable que la hegemonía de la transmisión del conocimiento esté entre Prompts e IAs antes que entre trozos de celulosa. Y, aunque supongo que la preocupación ante lo desconocido es normal, es importante que, como futuros docentes, lejos de querer reducir esta lista, tratemos de ampliarla para, así, intentar caminar siempre a la misma velocidad que nuestro alumnado.
Esther Soro Cuesta
Magnífica reflexión y muy buena selección de herramientas. Me ha faltado un procesador de textos, para escribir mucho... ;)
ResponderEliminarOjo al uso de etiquetas, debéis usar las mismas entre todo el equipo de trabajo para identificar las distintas prácticas y contenidos.