PRÁCTICA 4. RESUMEN DE UN ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN.

     ‘’Factores que facilitan y dificultan la transición de educación primaria a secundaria’’

-Factors facilitating and hindering the transition from Primary to Secondary- 

Referencia bibliográfica:

Ávila Francés, M., Sánchez Pérez, M. C. y Bueno Baquero, A. (2022). Factores que facilitan y dificultan la transición de educación primaria a secundaria. Revista de Investigación Educativa,40(1), 147-164. DOI: http://dx.doi.org/10.6018/rie.441441



Los profesores no sólo desempeñan el papel de docentes, sino que también asumen funciones que van más allá del ámbito académico, rozando lo humano y lo personal. En muchas ocasiones, los docentes se ven involucrados en roles de apoyo emocional, ya no solo con sus alumnos, sino también con las familias de estos. Además de impartir sus clases, deben estar atentos a las necesidades emocionales y sociales de los alumnos, brindándoles orientación y apoyo cuando sea necesario.

Uno de los momentos que suponen un proceso crítico para el alumnado es la transición entre primaria y secundaria. El artículo que vamos a trabajar en esta práctica, aborda, en términos generales, los factores que dificultan y facilitan la transición educativa de la educación primaria a la secundaria, es decir, el cambio del colegio al instituto.

El paso del colegio al instituto es un momento crucial en la vida de los niños y adolescentes. Esta etapa supone un sinfín de cambios, tanto en lo personal como en lo académico: nuevo centro escolar, nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevos amigos, nueva vida. Todas estas novedades implican adaptarse, principalmente, a un nuevo entorno escolar y social.

        En este articulo, se analizan dos aspectos clave en este proceso de cambio: por un lado, se tiene en cuenta el sistema educativo (organización escolar, cultura escolar, administración) y, por otro lado, los factores personales del alumnado del centro (núcleo familiar, situación del alumnado, contexto social).

Desde el punto de vista académico, es decir, aquel referente al sistema educativo, los estudiantes sufren un proceso de cambio bastante notorio, ya que en el colegio están en un ambiente muy familiar, donde han convivido casi una década con los mismos compañeros. Además, el sistema educativo actual pone al frente de la educación infantil y primaria a un solo maestro para toda una clase, lo cual fomenta esa familiaridad y cercanía entre el profesorado y el alumnado. Al pasar a la secundaria, esa familiaridad entre el alumnado y el centro se rompe por completo: aumenta el número de docentes, aumenta el ratio de alumnos en las clases, las infraestructuras son mucho más amplias, etc. Todos estos cambios académicos suponen una nueva organización por parte del alumno.

A nivel emocional, la transición entre etapas educativas supone todo un reto hacia el alumnado porque, en este periodo, el adolescente debe adaptarse a un nuevo grupo de compañeros. En algunos casos, los niños pueden sufrir ansiedad por el cambio social que esto conlleva y por la preocupación sobre su rendimiento académico en el nuevo entorno: el instituto. Todo esto se verá influenciado por la situación personal de cada alumno: un alumno que vive en un núcleo familiar conflictivo o con problemas no tendrá la misma facilidad de adaptación que un niño que vive en un núcleo familiar sano.

Para averiguar cuáles son los elementos que dificultan el tránsito entre etapas, los autores del artículo realizaron un estudio donde participaron 5 centros de Castilla la Mancha, concretamente participaron: tutores de primero de la ESO, el equipo de orientación de los centros y el equipo directivo. Las conclusiones extraídas reflejaban lo siguiente:

En primer lugar, señalan que los elementos que dificultan la transición son:

·    Aumento del número de profesores. Es decir, pasan a tener contacto con un mayor número de docentes.

·     Papel docente. Al pasar menos horas con los profesores, la relación y la cercanía entre ellos, disminuye.

·         Normal del centro. Los centros de secundaria suelen tener normas más rígidas.

·         Cambio de estatus. Pasan de ser los mayores del colegio, a ser los pequeños del instituto.

·         Tamaño del centro.

·         Horario.

            Por otro lado, los resultados del estudio establecen que los factores que facilitan la transición, son,:

·    Relaciones de confianza entre el profesorado y el alumnado. Esto puede conseguirse aumentando las horas de tutoría.

·         Cercanía entre el equipo directivo y las familias.

·     Actividades que favorezcan la interacción entre cursos, concretamente, entre sexto de primaria y primero de secundaria.

            Como conclusión, se destaca que el paso del colegio al instituto es un momento crítico y fundamental en el desarrollo del adolescente, y por ello, los docentes de todos los niveles deben acompañar a sus alumnos y brindarles toda la ayuda necesaria en su proceso de adaptación. Además, hacen especial hincapié en que, en este proceso, la responsabilidad no debe recaer única y exclusivamente en los institutos, sino que debe ser abordada de manera integral y colaborativa entre los diferentes niveles educativos. Si como docentes tomamos medidas proactivas desde primaria, podemos facilitar la transición, haciendo este periodo de cambio un episodio mucho más suave y llevadero para nuestros alumnos y sus familias. 

    En lo que a mi opinión respecta, considero que el periodo académico de la ESO es un momento que coincide con una etapa vital bastante dura: la adolescencia. Durante esta, cualquier cambio puede afectar significativamente al adolescente. Como bien establecen durante todo el artículo, cuando estamos ante una situación ''complicada'', lo primero que tenemos que hacer, ya no solo como docentes, sino también como personas y seres humanos, es tratar de detectar cuales son los problemas que generan esta situación y, una vez detectados, tratar de establecer soluciones. En épocas de cambios, son normales las ''malas rachas'' y aunque considero que es totalmente imposible paliar al 100% las complejidades y los problemas que surgen en determinadas circunstancias, sí que estoy de acuerdo con los autores del articulo cuando afirman que, trabajando de forma conjunta los centros de primaria y de secundaria, se puede disminuir notablemente la ansiedad y el estrés de muchos de los adolescentes. 

    Como dijo Ralph Waldo:

                             ''El educador tiene que hacer que las cosas difíciles, parezcan más fáciles''.

¿Vosotros qué opináis? ¿Creéis que verdaderamente esta etapa es dura para el alumnado? ¿Consideráis que actualmente se toman las medidas necesarias tanto en centros de educación primaria como de educación secundaria para facilitar el cambio a los niños? Yo considero que aún queda mucho camino por recorrer, y que, aunque actualmente muchos centros sí que aprovechan al máximo las horas de tutoría para acercarse a su alumnado y detectar problemas, todavía podemos mejorar, sobre todo cuando hablamos de niños de primero de la ESO que acaban de aterrizar en la secundaria y que tan solo tienen doce años.

¡Nos vemos en otra entrada!




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