Práctica 3. La canción de los lunes


Todavía tenía esto más que pendiente. Le daba vueltas, pensaba en canciones. Ese “preferiblemente una banda sonora” me complicaba mucho las cosas. No soy, como creo que ya he dicho en varias ocasiones, muy cinéfila. Sin embargo, la música sí es uno de mis lugares. Y, de entre esos sitios a los que vuelvo, Rosalía suele ser de mis preferidos. Hace unos días, me topé con un tema suyo que hacía mucho que no escuchaba: “Me traicionaste”, que es una colaboración con el artista peruano A.CHAL y que fue producida para el álbum For The Throne (Music Inspired by the HBO Series “Game of Thrones”), en el que participaron otros músicos como The Weeknd, James Arthur, Travis Scott o Ellie Goulding, entre otros.



La canción de Rosalía y A.CHAL habla sobre la traición, que es una cuestión que está presente a lo largo de toda la serie. Concretamente, el estribillo hace hincapié en el poder de la mirada; una mirada que, lejos de ser pura, deja entrever el engaño y la deslealtad:


Se van abajo pa' la acera

Vine a encontrar aunque supiera

Ay, lo diseñaste

Bye, me traicionaste

Ay, amor que no lo ves

 

Lo vi

En tu mira', es tu mirada

Solo al mirar en tu mira'

Es tu mirada

Solo al mirar en tu mira'

En tu mirada

Sólo al mirar en tu mira'

En tu mira'. (0:24’-1:02')


En el instante en que escuche la canción, sin ni siquiera pretenderlo, me vino a la mente una imagen: la de El ángel caído (1847) de Alexandre Cabanel.



El cuadro representa al ángel caído, es decir, a Lucifer, tras haber sido expulsado del cielo por Dios a causa de su actitud rebelde y traicionera. La mayor conexión entre ambas obras está en el hecho de que, como en “Me traicionaste”, en la pintura de Cabanel gran parte del protagonismo recae en la mirada rabiosa y desafiante del ángel caído, que, a pesar de estar ocultando su rostro, nos deja ver su ojo, teñido de un tono rojizo y envuelto en una lágrima perlada.



 Por tanto, ambas producciones artísticas, la de Rosalía y A.CHAL y la de Cabanel, nos recuerdan no solo la importancia de mirar, sino también de, y valga la redundancia, mirar cómo otros miran. Mirar cómo otros miran para ver qué hay más allá.



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