PRÁCTICA 13. LA EDUCACIÓN EN 2050

- Petición a ChatGPT: ¿Puedes escribir la experiencia de una adolescente que cursa Bachillerato?

Esta niña ha perdido a sus padres y vive con sus abuelos maternos.

No socializa demasiado con sus compañeros y su afición y entretenimiento

son las lecturas de fantasía en su tiempo libre. Quiero que sea en modo narrativo. Resultado de ChatGPT: En una pequeña ciudad del año 2050, vive Lucía, una niña de 18 años con una mirada

profunda y una mente llena de sueños. Desde que perdió a sus padres cuando era pequeña,

ha vivido con sus abuelos maternos en una modesta casa al pie de un cerro. A pesar de las dificultades,

Lucía ha encontrado refugio en su amor por los libros de fantasía y su conexión con la naturaleza. Cada mañana, Lucía se despierta temprano para ayudar a sus abuelos con las tareas del hogar. Aunque

la tecnología ha avanzado mucho, su familia no tiene acceso a muchos lujos, y las labores cotidianas aún

requieren esfuerzo manual. Después de desayunar, se prepara para su día escolar. Su escuela es muy diferente a las de antaño. En lugar de asistir a un edificio físico, Lucía se conecta a su

aula virtual desde casa. Con unas gafas de realidad aumentada (AR) y una tableta proporcionada por su

escuela, se sumerge en un entorno de aprendizaje donde los límites entre la realidad y la ficción se

difuminan. Su clase de historia, por ejemplo, no es solo una lección; es una experiencia inmersiva en la

antigua Roma, donde puede caminar entre ruinas y hablar con avatares históricos. La inteligencia artificial (IA) juega un papel crucial en su educación. Un tutor virtual, personalizado

para sus necesidades, la guía a través de las materias, ajustando el ritmo y el contenido según su

progreso. Lucía, apasionada por la literatura, recibe recomendaciones de libros y ensayos que expanden

su conocimiento y estimulan su imaginación. Aunque Lucía tiene pocos amigos, la plataforma virtual de su escuela le permite interactuar con

compañeros de todo el mundo. Participa en discusiones en línea y colabora en proyectos con estudiantes

de diferentes culturas. Sin embargo, la mayoría de sus interacciones sociales siguen siendo limitadas. Al terminar las clases, Lucía realiza un rápido repaso de sus tareas y actualiza su portafolio digital,

donde guarda sus proyectos y avances. Luego, guarda su tableta y se dirige al cerro cercano a su casa.

Este lugar es su santuario, un espacio donde puede escapar de las presiones del mundo y sumergirse

en sus libros de fantasía. En la cima del cerro, bajo la sombra de un viejo roble, Lucía saca su lector digital. Aunque prefiere el

tacto de los libros físicos, su lector digital le da acceso a una vasta biblioteca de literatura clásica y

contemporánea. Leyendo sobre mundos mágicos y héroes valientes, Lucía encuentra consuelo y

esperanza. Al anochecer, regresa a casa para cenar con sus abuelos. A pesar de los desafíos económicos, la familia

se mantiene unida y apoyándose mutuamente. Los abuelos de Lucía valoran mucho la educación y siempre

le han inculcado la importancia de aprender y soñar en grande. Lucía sabe que su camino no es fácil. La desigualdad de recursos sigue siendo un obstáculo, y a veces

la soledad la invade. Pero también sabe que la educación que recibe la está preparando para enfrentar el futuro con confianza.

Su abuela, una mujer sabia con años de experiencia, siempre le dice: "El conocimiento es el puente hacia un futuro mejor". Con cada libro que lee y cada lección que aprende, Lucía se siente más cerca de sus sueños. Aspira a

ser escritora algún día, creando mundos de fantasía donde los niños como ella puedan encontrar refugio

y esperanza. Mientras la noche cae sobre su pequeño hogar, Lucía se acuesta con la mente llena de historias y el

corazón lleno de determinación. En un mundo donde la tecnología y la imaginación se entrelazan, Lucía está forjando su propio

camino, un paso a la vez, hacia un futuro lleno de posibilidades.

Reflexión: Me llama la atención las cosas que el bot ha añadido y que yo no le he indicado, tales como que

ayudaba a sus abuelos, que el colegio ya no es presencial, sino que es virtual y la educación es

totalmente diferente a la de ahora, ya que es inmersiva en aquello que está estudiando y los profesores

se ajustan específicamente a las necesidades de cada estudiante. Le he dicho que la alumna tenía pocas

interacciones sociales y él ha añadido que colabora con estudiantes de diferentes culturas y mantiene

discusiones en línea. Además, en ningún momento le he señalado el nombre de la estudiante y me causa

curiosidad que haya elegido “Lucía”. También habla sobre la vida familiar y, a pesar de las adversidades, se trata de una familia unida que

apoya a Lucía para conseguir sus sueños, incluso añade un consejo de la abuela hacia su hija, que perfectamente

podría darse en la realidad. Añade, además, que Lucía quiere ser escritora para poder escribir ese tipo de libros que

tanto le gustan, relacionando sus gustos con aquello a lo que se podría dedicar toda su vida.