Práctica XIII. La educación en 2050

Petición a ChatGPT:

Texto de 500 palabras que cuente cómo será la educación secundaria en 2050 en España. Quiero que esté escrito desde la perspectiva de una niña de 15 años cuya familia es de clase trabajadora. Ella va a un centro público. Algunos de los rasgos del estado de la educación en 2050 es que los valores humanistas están resurgiendo. Es un cambio en la escala de valores, porque el alumnado reclama ser dueño de su propio conocimiento y pensamiento, más allá de lo que es útil o no para el sistema productivo, que se ha demostrado destructivo para la mayoría de personas y para el planeta. En las aulas hace mucho calor, la tecnología está por todas partes, la que se usa y la que rápidamente va quedando obsoleta y se acumula en los centros educativos. El alumnado reclama más ecología y sencillez. Parte del profesorado está de su parte y se esfuerza por ofrecerles lo mejor para ser libres. Entre el alumnado también hay una gran variedad de culturas y orígenes, fruto de la inmigración masiva que se está produciendo y año tras año se incrementa.

Resultado:

¡Hola! Soy María y tengo 15 años. Quería contarles cómo es mi vida en el instituto en el año 2050. Voy a un centro público aquí en Madrid y mi familia es de clase trabajadora. Mis padres siempre me dicen que estudie mucho para tener un futuro mejor, pero las cosas han cambiado mucho desde que ellos eran jóvenes.

Hoy en día, la educación secundaria es muy diferente. En mi instituto, hay estudiantes de todos los lugares del mundo. La inmigración ha traído mucha diversidad, y en mi clase tengo amigos de África, Asia y América Latina. Esto nos ha enseñado mucho sobre diferentes culturas y formas de vida, y me encanta poder aprender de mis compañeros.

Uno de los mayores cambios que hemos visto es el resurgimiento de los valores humanistas. Ya no se trata solo de aprender cosas que son útiles para el sistema productivo. Nos enseñan a ser dueños de nuestro propio conocimiento y pensamiento. Queremos entender el mundo y nuestro lugar en él, no solo ser engranajes en una máquina que ha demostrado ser destructiva para las personas y el planeta.

En las aulas hace mucho calor, más del que se sentía antes, dicen los profes. El cambio climático es una realidad que vivimos todos los días, y eso nos ha hecho ser más conscientes de la necesidad de cuidar nuestro entorno. Queremos más ecología y sencillez en nuestras vidas. Muchos de nosotros pedimos más áreas verdes y menos tecnología que se vuelve obsoleta rápidamente y se acumula sin ser utilizada.

La tecnología está en todas partes, pero no siempre de la mejor manera. En mi clase tenemos tabletas y pizarras interactivas, pero también hay montones de dispositivos viejos que ya no funcionan y ocupan espacio. Es un poco triste ver cómo lo nuevo reemplaza a lo viejo tan rápidamente. Nos damos cuenta de que necesitamos una manera más sostenible de vivir y aprender.

Afortunadamente, muchos de nuestros profesores están de nuestra parte. Ellos se esfuerzan por ofrecernos lo mejor para que seamos libres. Nos animan a pensar críticamente, a cuestionar y a buscar soluciones que no solo beneficien a unos pocos, sino a toda la comunidad y al planeta. No se trata solo de memorizar hechos, sino de entender y aplicar el conocimiento de manera ética y responsable.

Nosotros, los estudiantes, estamos reclamando un cambio. Queremos una educación que nos prepare para ser ciudadanos del mundo, capaces de enfrentar los desafíos globales. Queremos aprender a vivir en armonía con la naturaleza y entre nosotros mismos, sin importar de dónde vengamos.

En mi instituto, hay un sentimiento de esperanza y de lucha por un futuro mejor. Sabemos que no será fácil, pero estamos dispuestos a trabajar juntos para lograrlo. La educación en 2050 en España es una mezcla de desafíos y oportunidades, y nosotros estamos listos para enfrentar lo que venga, con la certeza de que juntos podemos hacer una diferencia.

Comentario:

El texto, fruto de IA generativa, está lleno de convencionalismos. Pero hay uno que me ha dado risa: «de aquí de Madrid». Es algo que siempre me hace mucha gracia cuando se dice en los medios de comunicación nacionales. Y me ha hecho reir que sea tanta la frecuencia con que se dice que la IA lo haya incorporado.

Me ha resultado llamativo también que el bot haya hablado de cambio climático sin haberlo yo nombrado explícitamente. Mis palabras «en las aulas hace mucho calor» han sido suficiente acicate para que la IA lo incorpore y le dé importancia.

Sin embargo, no ha dado importancia a la parte «familia de clase trabajadora», que considero bastante relevante. No así la IA, que solo lo ha nombrado. Debe ser que en las muestras de textos con las que trabaja no hay mucha conciencia de clase.

También me ha llamado la atención que denoste la memorización. En los tres últimos párrafos se adivinia con claridad una elaboración a partir de textos escritos según los nuevos objetivos de la educación, según el paradigma actual. Es llamativo, la IA está bastante actualizada en este aspecto. Nos puede hacer pensar en que sus muestras textuales provienen de internet, donde habría más presencia de los enfoques competenciales que los anteriores. Es una suposición, simplemente.

Lo que más me ha gustado ha sido el sentimiento de esperanza que el bot ha incorporado en el último párrafo. Es lo que quería que ocurriera, pero he probado a no indicarlo explícitamente.